Si hay que plantearse qué vendrá después de la Web 2.0, dos de las tendencias que se han identificado y que se comentan en numerosas páginas de Internet son los metaversos o mundos virtuales y la inteligencia artificial gracias al etiquetado o Web semántica.
En contra de lo que pudiera parecer, la Web 2.0 no es una nueva versión de la Web, ni un protocolo de comunicaciones, ni un nuevo lenguaje de programación.
La Web 2.0 es una nueva filosofía de hacer las cosas.
Gracias a las facilidades, evolución y gratuidad de las tecnologías que antes eran inaccesibles para la mayoría de los usuarios, se están fomentando las redes sociales y la participación activa. El website se convierte en una plataforma que posibilita la interrelación entre usuarios, miembros activos de una comunidad que comparte un interés o necesidad afín. Gracias a esto, el usuario tiene un papel activo: ya no sólo accede a la información, sino que además aporta contenidos
y conocimiento.
Se produce, por tanto, una descentralización de Internet en la que cada cliente es, al mismo tiempo, servidor (creador de contenidos). Así, cuantas más personas accedan al servicio, mayor será el valor para el resto de los usuarios (efecto red).
Hay tres principios que pueden definir la Web 2.0:
Comunidad: el usuario aporta contenidos, interactúa con otros usuarios, crea redes de conocimiento, etc.
Tecnología: un mayor ancho de banda permite transferir información a una velocidad antes inimaginable. En lugar de paquetes de software, es posible tener servicios web y cada terminal puede ser cliente y servidor al mismo tiempo, en cualquier lugar del mundo.
Arquitectura modular: favorece la creación de aplicaciones complejas de forma más rápida y a un menor coste.
La Web 2.0 es una nueva filosofía de hacer las cosas.
Gracias a las facilidades, evolución y gratuidad de las tecnologías que antes eran inaccesibles para la mayoría de los usuarios, se están fomentando las redes sociales y la participación activa. El website se convierte en una plataforma que posibilita la interrelación entre usuarios, miembros activos de una comunidad que comparte un interés o necesidad afín. Gracias a esto, el usuario tiene un papel activo: ya no sólo accede a la información, sino que además aporta contenidos
y conocimiento.
Se produce, por tanto, una descentralización de Internet en la que cada cliente es, al mismo tiempo, servidor (creador de contenidos). Así, cuantas más personas accedan al servicio, mayor será el valor para el resto de los usuarios (efecto red).
Hay tres principios que pueden definir la Web 2.0:
Comunidad: el usuario aporta contenidos, interactúa con otros usuarios, crea redes de conocimiento, etc.
Tecnología: un mayor ancho de banda permite transferir información a una velocidad antes inimaginable. En lugar de paquetes de software, es posible tener servicios web y cada terminal puede ser cliente y servidor al mismo tiempo, en cualquier lugar del mundo.
Arquitectura modular: favorece la creación de aplicaciones complejas de forma más rápida y a un menor coste.
Básicamente, mientras que en la Web 1.0 los usuarios son destinatarios de la tecnología, de los contenidos y de los negocios, en la Web 2.0 también colaboran en el desarrollo de la tecnología (software de fuente abierta), producen los contenidos (blogosfera) y participan del negocio (Google Adsense). Aunque todavía no está muy clara su puesta en marcha y existen dudas sobre
cuándo llegará, lo cierto es que la propagación del término Web 3.0 se ha disparado y se prevé que, en un futuro no muy lejano, las redes virtuales sean lo suficientemente inteligentes como para hacer una composición semántica de las páginas web.
cuándo llegará, lo cierto es que la propagación del término Web 3.0 se ha disparado y se prevé que, en un futuro no muy lejano, las redes virtuales sean lo suficientemente inteligentes como para hacer una composición semántica de las páginas web.
En el futuro, la Web será un mundo virtual inteligente, en la que los avatares se moverán y actuarán en función de los datos y hábitos de cada persona. El concepto de información estática, como son los libros, los artículos y las imágenes, cambiará y se transformará en flujo de conocimiento.
Los avatares serán los encargados de hacer llegar a cada usuario el tipo de noticia y la publicidad de productos que sean de su interés, de educar en materias que reporten mayor utilidad y de favorecer relaciones entre personas con las mismas afinidades e intereses. Será una Web participativa, inteligente y eficaz, que ahorrará tiempo al usuario y le proporcionará un flujo de conocimiento ilimitado.
Fuente: El Negocio de las Redes Sociales - Resumen Ejecutivo
1 comentarios:
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